Por redes sociales circulan diversos videos en los cuales se puede apreciar que un imán se pega en el brazo de personas que supuestamente han recibido la vacuna contra el Covid-19.
Algunos de los videos cuentan con miles de reproducciones en Twitter. En ellos, los usuarios comentan que se debe a que las vacunas supuestamente contienen metales o microchips utilizados para rastrear y controlar la actividad cerebral de aquellos que la recibieron, pero estos supuestos son falsos.
¿Sería posible inyectar un microchip?
Las vacunas contra el Covid-19 no contienen microchips. La doctora Rocío Tirado del departamento de Microbiología y Parasitología de la UNAM explicó a Animal Político en este video por qué no es posible.
De acuerdo con ella, las vacunas pasan por varias fases de pruebas rigurosas antes de estar disponibles al público. Colocar un microchip en una vacuna no podría cumplir con la normativa sanitaria establecida por los organismos reguladores. Por lo tanto, una vacuna con estas características no pasaría las pruebas que le permitieran la circulación.
La doctora agrega que además de que los controles sanitarios no permitirían agregar un microchip, los costos de hacerlo serían muy elevados. Tirado plantea también que recibir una vacuna con un agente de este tipo, provocaría una respuesta inflamatoria por parte del sistema inmunológico. Con esta reacción, los pacientes se percatarían inmediatamente si hubieran sido inyectados con un microchip.
¿Y qué hay de los metales pesados?
Maldita.es consultó a varios expertos en el tema. Entre ellos, la doctora Berta Domènech Garcia, Química e investigadora de la Universidad Tecnológica de Hamburgo y el físico Alberto Nájera, de la Universidad de Castilla-La Mancha.
La doctora Domènech explicó a Maldita.es que la cantidad necesaria de metales ferromagnéticos –es decir aquellos con las propiedades que los hacen ser atraídos por un imán– para lograr que el imán se quedara pegado a la piel no es inyectable en los mililitros que contiene la vacuna. Domènech asegura que si la vacuna contuviera alguno de estos elementos serían visibles, puesto que los metales ferromagnéticos no son transparentes.
Por su parte, el profesor Alberto Nájera mencionó que su teoría acerca de estos videos es que los imanes quedan sujetos debido a la humedad de la piel. De acuerdo con él, otra posibilidad es que la presión que se ejerce sobre ellos ocasiona que se queden pegados momentáneamente.
Nájera niega que las vacunas puedan contener metales ferromagnéticos. Incluso, si los tuvieran, los metales serían distribuidos a través del cuerpo y no se quedarían en el lugar de aplicación. Tomando esto en cuenta y la profundidad en la que se inyecta la vacuna, no sería posible obtener una respuesta usando un imán.
En conclusión, los videos que circulan en redes sociales asegurando que las vacunas contienen metales que ocasionan que un imán se quede pegado solo desinforman. Es falso que las vacunas contra el Covid-19 contienen microchips o metales ferromagnéticos.