En redes sociales como Twitter, Facebook y Tiktok se viralizó la creencia de que una autopsia realizada a una persona vacunada por COVID-19 comprobó que el ARN mensajero contamina el cuerpo y que las vacunas provocaron su muerte, lo cual es falso.
En distintas publicaciones, hechas desde distintas partes del mundo como Rusia, España, Estados Unidos y México, citan el estudio “Primer caso de estudio post-mórtem de un paciente vacunado contra el SARS-CoV2” publicado en el Journal Internacional de Enfermedades Infecciosas.
A pesar de que el estudio es real, su interpretación en redes sociales desinforma, pues el autor principal del artículo declaró que estas publicaciones malinterpretan el estudio y que el paciente no falleció por COVID-19.
Una publicación en Facebook citando el artículo asegura que “Se confirma la contaminación del ARNm vacunal en todos los tejidos del cuerpo. Estas mal llamadas vacunas no son seguras. Vamos a repetirlo hasta la saciedad”.
Torsten Hansen de la Universidad de Bielefeld en Alemania y autor principal del estudio confirmó a Newtral que estas publicaciones tratan la información de manera errónea. Hansen dijo al medio español que no se hallaron restos del virus en “todos los órganos del paciente” ni evidencia alguna que hubiera fallecido a causa de un efecto secundario por la vacunación.
“Nuestro paciente, a pesar de ser positivo por COVID-19, no murió por esta enfermedad. Sugerimos que la respuesta inmunitaria gracias a la vacunación fue capaz de prevenir la COVID-19”, dijo el médico en la entrevista.
La interpretación errónea surgió después de que Hal Turner, un presentador de radio estadounidense que ya ha difundido información falsa sobre el COVID-19, señalara que en este estudio se comprueba que la vacuna “no impidió que el virus infestara todos los órganos del paciente”.
Las vacunas son seguras de usar y sí protegen contra el virus. Las autoridades médicas como la Organización Mundial de la Salud, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, y la Secretaría de Salud, han recomendado su uso ya que son seguras y eficaces.
En conclusión, este estudio no comprueba que la vacuna haya “infectado el cuerpo de un paciente” de COVID-19. De acuerdo con el autor del estudio, el paciente no murió a causa del virus, y su artículo fue malinterpretado.