Circula en Facebook una imagen de un supuesto científico alemán, Andreas Kalcker, quien sostiene que ingerir dióxido de cloro (ClO2) cura el coronavirus. Sin embargo, esto es no solamente es falso, sino que su consumo es peligroso para la salud.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), no está demostrado que la preparación combata el nuevo coronavirus porque “hasta ahora ningún medicamento ha demostrado prevenir o curar esta enfermedad”.
Además, Chequeado se comunicó con Luis Baraldo, doctor en Ciencias Químicas y vicedecano de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires (UBA), quien explicó: “El dióxido de cloro es un oxidante enérgico y poco selectivo. Sirve para atacar al virus en una superficie inerte como una mesada o una pileta, pero en nuestro cuerpo es reactivo frente a las moléculas que constituyen el organismo”.
En ese sentido, Baraldo agregó que no es recomendable su ingesta porque “el dióxido de cloro no va a distinguir entre el virus y nuestros tejidos” sino que “va a reaccionar sin distinguir con muchas moléculas; algunas, del virus, otras, de nuestras vías respiratorias”.
El producto está prohibido en la Argentina y el mundo
El dióxido de cloro es un derivado del clorito de sodio, una sustancia química que se utiliza como blanqueante en la industria papelera y textil.
Jim Humble, un divulgador estadounidense, lo presenta y comercializa desde hace varias décadas como una “solución mineral milagrosa” (MMS, según sus siglas en inglés), con la que promete la cura de enfermedades tan diversas como el cáncer, el SIDA, la malaria, la esclerosis y la artrosis, entre otras.
La Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) prohibió en la Argentina el uso, la comercialización y la distribución de este producto (ver acá y acá), ya que consideró que por sus aplicaciones “debe ser tratado como un medicamento y no ha sido evaluado ni aprobado” como tal.
El organismo regulador además agregó que su consumo directo, en solución acuosa, puede provocar “dolor abdominal, náuseas, vómitos, diarrea e intoxicaciones”.
Por su parte, la Agencia para Sustancias Tóxicas y el Registro de Enfermedades (ATSDR) de los Estados Unidos también advirtió sobre los peligros para la salud en el caso de ingerir dióxido de cloro.
Por último, esta desinformación -que fue compartida en Facebook más de mil veces- no es la primera vez que circula en nuestro país. Anteriormente, se viralizó a través de un video que Chequeado desmintió en esta nota.
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Este chequeo es parte de la iniciativa Third Party Fact-checker de Facebook en la Argentina. En los casos de fotos y videos trabajamos con imágenes trucadas o sacadas de contexto y siempre analizamos en conjunto las imágenes junto con el texto con el que fueron presentadas.