No se dejen asustar por contenidos sin contexto. A través de las plataformas de mensajería circulan una serie de videos que muestran personas con temblores en el cuerpo luego de, supuestamente, recibir la vacuna contra el COVID-19.
Con la llegada del 2021, varios países como España, Estados Unidos y Argentina empezaron a llevar adelante sus estrategias de vacunación masiva contra el COVID-19, enfermedad que tambaleó las dinámicas del mundo desde principios del año pasado.
Sin embargo, la desinformación llegó mucho antes que la vacuna. Según datos recopilados por la Red Internacional de Fact-checking (IFCN, por sus siglas en inglés), una cantidad considerable de contenido falso circula por la web alrededor del mundo desde la aparición de la enfermedad.
En este contexto, los movimientos anti-vacunas, que existen desde el surgimiento de las inmunizaciones en 1802, volvieron a tomar los espacios ocupados por la incertidumbre que generó la aparición de una enfermedad nueva y el confinamiento.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), en varias oportunidades, ha dicho que las vacunas aprobadas son sometidas a diferentes fases de ensayos clínicos y continúan siendo evaluadas durante su comercialización. La mayoría de las reacciones a las vacunas son leves y temporales. También la Organización Panamericana de la Salud (OPS) tiene una sección de respuestas a los mitos más comunes sobre la inmunización que se puede consultar.
La mujer que trata de caminar
Algunos de los videos que circulan pasaron primero por Estados Unidos y Reino Unido. En uno de ellos aparece una mujer de suéter gris y pantalón negro que trata de salir del baño, pero se le dificulta caminar por los temblores que presenta.
El portal de fact-checking estadounidense, Politifact, explicó que la mujer del video se llama Angelia Gipson Desselle y vive en Louisiana (Estados Unidos). Su hijo, Brant Griner, publicó los videos que detallan los síntomas de su mamá y las posibles razones por las que empezó a temblar. Días después los borró de su página de Facebook.
Griner conversó con un reportero. Le explicó que su mamá recibió la vacuna de Pfizer el 5 de enero en Nueva Orleans. A día siguiente empezó a presentar temblores en la pierna izquierda y luego se le dificultó caminar.
Politifact trató de verificar si Deselle se aplicó la vacuna, pero su hijo se negó a decir dónde la había recibido, en qué hospital fue ingresada después de que se presentaran los temblores o qué doctores la atendieron. El medio trató de comunicarse con el centro de salud donde trabaja Deselle pero su empleador no respondió. Griner le comentó al reportero que el jefe de su mamá y otros empleados fueron acosados y que por esa razón borró los videos y no hablará más sobre el tema.
Desselle, en un video que luego se borró, explicó que los exámenes de sangre y exploraciones cerebrales salieron bien y mencionó un síndrome llamado Wolff – Parkinson – White, que produce períodos de frecuencia cardiaca rápida. No aclaró si ella padecía de esa condición o si los doctores creyeron que tenía alguna relación con los temblores.
La mujer de rosado
En otra de las grabaciones se muestra una mujer vestida de rosado con temblores incontrolables en su cuerpo. Según ella, empezó a presentar los síntomas luego de recibir la primera dosis de la vacuna de Moderna, el pasado 4 de enero.
La mujer, Shawn Skelton, vive en Indiana (Estados Unidos) y recibió atención médica en el Hospital de Neurociencia Ortopédica Diaconisa. Se hizo varios exámenes pero no pudo obtener respuestas a partir de los resultados. Politifact trató de contactarse con Skeldon vía Facebook pero no contestó.
Su prometido dijo a un medio local que los doctores comentaron que temblores pueden estar relacionados con estrés. El medio de comunicación regional se contactó con el Centro de Control de Enfermedades y Prevención (CDC, por sus siglas en inglés), quienes señalaron que los temblores no son comunes en las personas que recibieron la vacuna.
El medio de fact-checking británico Wired (puede leer la traducción hecha por Cazadores de Fake News) rastreó la información de una tarjeta de vacunación que mostró Skelton. El lote de vacunas que se le administró no está vinculado a algún informe de reacciones adversas según el sistema de notificación gestionado por los CDC y la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés). Cualquier persona puede alertar de reacciones adversas en esta plataforma.
De hecho, las reacciones adversas notificadas en Indiana se presentaron en varias personas mayores de 60 años, mientras que la mujer tiene poco más de 40 años. En un post de Facebook, Skelton dijo que los médicos atribuyeron los temblores a un trastorno de conversión, una condición mental desencadenada por el estrés extremo.
Hombre que convulsiona
La Unidad de Verificación de Datos y Fact-checking de Efecto Cocuyo rastreó el origen del video en el que un hombre pareciera estar convulsionando. La descripción dice que es un médico de 33 años que se colocó la vacuna. La grabación se le atribuye a una cuenta personal de Facebook a nombre de Nede Alexandra. La página se dedica a compartir desinformación sobre el COVID-19 en España, sin embargo no se encontró este video.
Se tomó captura de varios fotogramas del video para rastrear su origen a través de la búsqueda inversa de imágenes de Google. Solo se encontró la grabación con una descripción similar en Newtube, una plataforma que publica desinformación en video. En este portal, las convulsiones no se atribuyen a la vacuna contra el COVID-19, sino a la vacuna DTPa (el combinado contra el tétanos, la difteria y la tos ferina).
Los videos anteriores no son prueba de que los temblores formen parte de los efectos secundarios de las vacunas contra el COVID-19. Expertos en inmunización y funcionarios de salud pública consultados por Politifact no conocen vínculos entre los síntomas y la vacuna.
No obstante, advierten que los adultos que están bajo medicación o padecen enfermedades subyacentes tienen un riesgo mayor de sufrir algúna eventualidad. Es importante reportar cualquier reacción para que sea investigada y no sacar conclusiones antes de tiempo.