Un video que circula en la red social Facebook asegura que se puede usar vinagre como prueba casera para detectar el COVID-19, ya que si el producto no es percibido al olerlo o probarlo, significa que la enfermedad del nuevo coronavirus se ha desarrollado. La afirmación analizada es: “Pueden hacerse esta prueba [de oler o probar vinagre] y diagnosticarse si tienen covid”. Luego de revisar estudios al respecto y consultar con especialistas, OjoPúblico concluye que esto es falso.
La transcripción del video es la siguiente y ha sido editada para su mejor comprensión:
«Hay una prueba casera muy sencilla, muy barata. Se llama la prueba del ácido acético o prueba del vinagre. Consiste en mojar un algodón con vinagre y hacer oler a la persona. Las personas, cuando inician con la sintomatología de la COVID-19, pueden aspirar profundamente el ácido acético del vinagre y no lo sienten. Cuando a una persona normal le echan vinagre en la lengua, inmediatamente va a sentir el ácido y lo va escupir. Sin embargo, los pacientes con COVID-19 en sus primeras etapas se echan vinagre a la lengua y no la sienten. Estos síntomas primarios son definitivamente señales de positividad para la enfermedad. Por lo tanto las mismas familias, ustedes mismos pueden hacerse esta prueba y diagnosticarse si tiene COVID».
Esta información ha sido replicada en redes sociales del distrito de Uchiza (San Martín) y Satipo (Junín) y La Libertad. Incluso medios locales del Perú reportaron recientemente sobre el uso de la “prueba del vinagre” para detectar COVID-19 en una base militar norteamericana en Corea del Sur. Al respecto, se indica que la ausencia de olfato es un síntoma patognomónico en el COVID-19, es decir, que da absoluta certeza de la enfermedad en cuestión.
En efecto, diversos artículos y estudios reportan que la pérdida del olfato (hiposmia) y del gusto (anosmia) son síntomas frecuentes en las personas que presentan la enfermedad del COVID-19.
Por ejemplo, en el artículo ‘Taste and Smell as Chemosensory Dysfunctions in COVID-19 Infection’, publicado en junio, se realizó una revisión sistemática de 19 estudios previos que analizaron la presencia de estos síntomas en los cuadro clínicos de COVID-19. Los resultados dieron cuenta que de un total de 10.818 pacientes, 8.823 presentaron ageusia (81.6%) y 8.088 presentaron anosmia (74.8%). Uno de estudios revisados registró ambos síntomas con una prevalencia de 18,6% en los pacientes.
El artículo concluyó que la “revisión sistemática demostró una presencia significativa de ageusia y anosmia en los pacientes con infección por COVID-19”. También que estos síntomas pueden considerarse como una primera manifestación de la infección.
A la vez, el estudio ‘The Prevalence of Olfactory and Gustatory Dysfunction in COVID-19 Patients: A Systematic Review and Meta-analysis’ identificó, con base a la revisión de 10 estudios de 9 países, que la pérdida del olfato se manifestó en un 52.73% de 1.627 pacientes. Respecto a la disfunción gustativa, se revisaron nueve estudios, en los que se identificó su prevalencia en 44% de los casos.
Ahora bien, si la pérdida del olfato o el gusto se ha identificado como recurrente en la COVID-19, eso no significa indefectiblemente que una persona tenga la enfermedad, según explicó a OjoPúblico Eduardo Matos, médico infectólogo del Ministerio de Salud.
El especialista indicó que muchas personas con COVID-19 presentan anosmia, hiposmia, que es la disminución del olfato, o disgeusia, que es la alteración del sentido del gusto, debido a que el coronavirus puede inflamar algunas neuronas sensoriales ubicadas en la nariz, lo que ocasiona que la información no sea recibida por el cerebro.
Sin embargo, destacó que esto no se produce en todos los casos, sino entre el 50% y 70% de los pacientes. Matos destacó que pacientes hospitalizados por COVID-19, que incluso necesitan oxígeno, han mantenido su sentido del olfato. “Es uno de los síntomas, pero no es el cardinal, no es el fundamental. […] La influenza también causa anosmia y disgeusia hasta en el 40% de los casos. Entonces, no necesariamente va a ser un signo del coronavirus, también podría ser otro virus respiratorio que produce lo mismo”, explicó.
Matos descartó que el uso del vinagre o cualquier otra sustancia pueda ser una forma efectiva de diagnosticar la enfermedad.
En el mismo sentido se pronunció el infectólogo Leonel Martínez quien descartó que a la fecha exista algún estudio que sustente una relación directa entre el ácido acetático, principal compuesto del vinagre, y los síntomas del nuevo coronavirus.
Martínez explicó que tanto el vinagre como cualquier otra sustancia con olor o sabor es útil para percatarse si se han perdido estos sentidos. «En el COVID-19 se pierde el olfato de manera parcial o total, y el vinagre puede ayudar a darnos cuenta de ello, pero del mismo que puede hacerlo un perfume, o beber agua con azúcar para probar el sentido del gusto. Pero esto es un principio general».
Días antes, AFP Factual calificó de engañosa la afirmación de que las pruebas olfativas son suficientes para diagnosticar el COVID-19. Así lo ratificó la inmunóloga de la Universidad de Chile María Rosa Bono, quien comentó que incluso los resfríos comunes pueden causar la pérdida del olfato.
A la vez, Ernesto Cafaro, profesor de Otorrinolaringología de la Universidad de Buenos Aires descartó que exista alguna relación especial entre el vinagre y el COVID-19, de forma que sea una sustancia particular que permita reconocer el virus.
De acuerdo a lo revisado, OjoPúblico concluye que la afirmación de que oler o saborear vinagre es efectivo para detectar el COVID-19 es falsa.