Por Gato Encerrado (Despacho 505)
Fumar cualquier tipo de tabaco reduce la capacidad pulmonar. La Covid-19 es una enfermedad infecciosa que ataca principalmente a los pulmones.
Fumar cualquier tipo de tabaco reduce la capacidad pulmonar. La Covid-19 es una enfermedad infecciosa que ataca principalmente a los pulmones.
Si ha habido un buen momento para dejar de fumar, es éste, el de la pandemia del Covid-19, asegura la Organización Mundial de la Salud (OMS). Fumar cualquier tipo de tabaco reduce la capacidad pulmonar, por lo que aumenta las probabilidades de desarrollar síntomas graves al contagiarse de coronavirus.
“La Covid-19 es una enfermedad infecciosa que ataca principalmente a los pulmones. El tabaquismo deteriora la función pulmonar, lo que dificulta que el cuerpo luche contra los coronavirus y otras afecciones respiratorias”, advierte la OMS.
Los datos de investigación disponibles hasta la fecha indican que los fumadores “tienen un mayor riesgo de desarrollar síntomas graves y de fallecer a causa de la Covid-19″.
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Los fumadores también son más vulnerables a la Covid-19 porque el acto de fumar supone arrimar los dedos (y los cigarrillos, que pueden estar contaminados) a los labios, lo que aumenta la posibilidad de transmisión del virus de la mano a la boca.
Las pipas de agua, también conocidas como shisha o hookah, a menudo implican el uso compartido de boquillas y mangueras, lo que puede facilitar la transmisión de la enfermedad en ambientes comunitarios y sociales.
¿CÓMO AYUDA A SALVARTE LA VIDA EL DEJAR DE FUMAR?
Al detallar los riesgos que conlleva el consumo de tabaco para la salud, la OMS recomienda dejar de consumir este tipo de productos. Abandonar este hábito ayudará a tus pulmones y corazón a funcionar mejor desde el momento que dejes de consumir estos productos.
A los 20 minutos de dejar de fumar se reducen la tensión arterial y la frecuencia cardíaca elevadas. A las 12 horas, el nivel de monóxido de carbono en el torrente sanguíneo vuelve a la normalidad. A las 2-12 semanas, mejoran la circulación y la función pulmonar. A los 1-9 meses se reducen la tos y la disnea.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) ha confirmado que en Nicaragua ya existe transmisión local comunitaria de Covid-19, por lo que el riesgo de contagio es aún mayor.
Uno de los aspectos más preocupantes de la pandemia es el “impacto desproporcionado” del virus en las personas que padecen enfermedades no transmisibles (ENT), como por ejemplo hipertensión, enfermedades cardiovasculares, diabetes, cáncer, asma y otras enfermedades respiratorias, además de obesidad.
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“Fumar causa cáncer, enfermedades cardíacas y pulmonares, y se asocia directamente con una capacidad respiratoria reducida. Además, se ha demostrado que fumar aumenta la probabilidad de enfermar gravemente con COVID-19. Alrededor del 15% de los adultos en las Américas todavía fuman y pueden enfrentar este riesgo”, explicó Carissa Etienne, directora de la OPS en su última comparecencia semanal.
En Nicaragua los últimos datos disponibles sobre el consumo de tabaco son de 2014. En ellos, la OPS detalla que la incidencia es de 20.6% entre hombres jóvenes y 14.5% entre mujeres.
“Fumar aumenta nuestros riesgos y vulnerabilidades a esta pandemia y a muchas otras amenazas para la salud. Si alguna vez hubo un buen momento para dejar de fumar, éste es el momento”, concluye la OMS.
