Chequeado

Esta semana las declaraciones del director del Centro Chino para el Control y la Prevención de Enfermedades (China CDC), Gao Fu, sobre la baja eficacia de las vacunas desarrolladas en aquel país causaron polémica. El especialista tuvo que salir a aclarar que hubo un “completo malentendido” y que sus dichos solo buscaban aportar una visión científica para mejorar las vacunas. “Las tasas de protección de todas las vacunas en el mundo son a veces altas y a veces bajas. Cómo mejorar su eficacia es una cuestión que los científicos de todo el mundo deben considerar”, explicó Gao.

Al mismo tiempo se conoció un estudio de la Universidad de Chile sobre la baja efectividad de la primera dosis de una de las vacunas desarrolladas por China, la del laboratorio chino Sinovac. Esto causó confusión -en medio de la decisión del Gobierno nacional de diferir la aplicación de la segunda dosis- con la vacuna Sinopharm que es la que actualmente se aplica en la Argentina. 

En esta nota un repaso por lo que sabemos sobre las 3 vacunas desarrolladas en China que han sido autorizadas para su uso de emergencia en distintos países de América latina.

Sinopharm

La vacuna BBIBP-CorV fue desarrollada por la Corporación Grupo Farmacéutico Nacional Chino (conocida como Sinopharm) en colaboración con el Instituto de Productos Biológicos de Beijing. Está compuesta por antígenos del virus SARS-CoV-2 inactivado; esto significa, que no provocan la enfermedad pero sí inducen una respuesta inmune en el organismo.

Como explicamos en esta nota, el 21 de febrero último el Ministerio de Salud de la Nación autorizó para su uso de emergencia la vacuna, luego de las recomendaciones realizadas por la la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Sanitaria (ANMAT) para ser administrada en personas entre 18 y 59 años. Luego, el 25 de marzo la ANMAT amplió su recomendación y la vacuna de Sinopharm comenzó a ser utilizada en mayores de 60.

El Gobierno nacional firmó un contrato para adquirir 4 millones de dosis de esta vacuna. Hasta el momento, sólo han arribado al país 2 millones y se han aplicado 1.482.081. Además de la Argentina, la vacuna de Sinopharm está autorizada para su uso de emergencia en 34 países, incluyendo 3 de América latina: Bolivia, Perú y Venezuela.

En cuanto a su eficacia, la vacuna de Sinopharm reduce la probabilidad de enfermedad sintomática en un 79,3% y es cercana al 100% en formas graves, hospitalización y muerte tras la aplicación de 2 dosis con un intervalo de 21 días de diferencia, según el análisis interino de los resultados del ensayo clínico de la fase III. Estos datos no han sido todavía publicados en una revista científica con referato; esto es, con revisión por pares.

No hay suficiente información para determinar la eficacia con una sola dosis. Los estudios de fase I y II demostraron un 75% de seroconversión (es decir, la aparición de anticuerpos) a los 14 días tras la primera dosis. Según explicó el Ministerio de Salud de la Nación, “la experiencia en Reino Unido y en estudios que empiezan a hacerse en la Argentina muestran que se alcanzan niveles suficientes de inmunidad con la primera dosis”.

Además, en el Manual del Vacunador para la vacuna Sinopharm, realizado por el Ministerio de Salud de la Nación, se especifica que los eventos adversos característicos son leves o moderados y se resuelven en su totalidad a los pocos días de la vacunación. Los más frecuentes son: dolor en el sitio de inyección, fatiga, fiebre transitoria y dolor de cabeza.

Sinovac

La vacuna CoronaVac fue desarrollada por el laboratorio chino Sinovac Biotech. Es una vacuna de virus inactivado, derivada de la cepa CZ02 de coronavirus. Este virus es cultivado en Células Vero, posteriormente cosechado, inactivado para evitar su replicación, concentrado, purificado y absorbido con hidróxido de aluminio que actúa como un agente adyuvante, el cual estimula la respuesta inmune.

Actualmente esta vacuna está autorizada para su uso de emergencia en 22 países, incluido varios de la región: Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, México, Uruguay y Venezuela. CoronaVac es hasta el momento la vacuna más utilizada en Chile: llegaron a ese país 13 millones de dosis y hasta el 13 de abril último se han aplicado en la población 10.778.308, según datos aportados por el sitio de fact checking chileno Mala Espina, integrantes junto con Chequeado de la alianza LatamChequea.

En cuanto a la eficacia, Sinovac Biotech publicó el 4 de abril un comunicado de prensa con un resumen de los resultados de sus ensayos clínicos. En el caso del estudio realizado en Brasil, los resultados muestran que la vacuna reduce la probabilidad de enfermedad sintomática en un 50,65%. La eficacia frente a los casos sintomáticos de COVID-19 que necesitan tratamiento médico fue del 83,70% y frente a casos graves, hospitalizaciones y muertes fue cercana al 100%.

Desde el Instituto de Butantan de Brasil aseguraron también que la CoronaVac protege contra las variantes P.1 (Manaos) y P.2 (Río de Janeiro), y además que el estudio clínico fue enviado para su revisión y publicación en la revista científica The Lancet.

En tanto, un grupo de académicos de la Universidad de Chile realizó una investigación en la población general que recibió el esquema completo (2 dosis) de alguna de las 2 vacunas disponibles en Chile: Pfizer o CoronaVac. El estudio reveló que el programa de vacunación en Chile tiene un 56,5% de efectividad para prevenir enfermedad sintomática (no enfermedad grave/hospitalización/muerte). En tanto, la efectividad con una sola dosis llega apenas al 3%.

Como la vacuna que se aplica en mayor cantidad es la de Sinovac (alrededor del 93% de la segunda dosis administrada), los investigadores concluyeron que la efectividad de esta vacuna para prevenir contagios es del 54% en quienes ya se aplicaron ambas dosis.

Es importante aclarar que la efectividad en población general del 3% post-primera dosis corresponde a un período de análisis de 14-27 días, por lo que no se cuenta con datos de la inmunidad adquirida después de los 27 días.

En cuanto a la seguridad, en los estudios fase I y II la reacción adversa más común fue dolor en el sitio de inyección y la mayoría de los efectos fueron moderados y los pacientes se recuperaron en 48 horas. No hubo ninguna reacción adversa grave relacionada a la vacuna después de 28 días desde la administración de la segunda dosis, según el manual de Sinovac elaborado por el Ministerio de Salud de Chile.

CanSino

La vacuna Covidecia (Ad5-nCoV) fue desarrollada por el Instituto de Biotecnología de Beijing y la empresa farmacéutica CanSino Biologics Inc. y utiliza como vector al adenovirus-5 (Ad5) no replicante el cual porta el gen que codifica para la proteína S del SARS-CoV2. La vacuna induce respuesta inmune, generando anticuerpos neutralizantes específicos contra las proteínas RBD y S, después de 14 días posteriores a la vacunación.

Esta vacuna requiere de una sola dosis y actualmente se encuentra autorizada en 5 países, entre ellos México y Chile. En México, hay acuerdos firmados con CanSino por 35 millones de dosis pero hasta el momento han llegado a aquel país 1.440.300 dosis. En Chile, el presidente, Sebastián Piñera,  anunció un acuerdo con CanSino para la obtención de 1,8 millones de vacunas que llegarán entre mayo y junio. Actualmente se realizan ensayos clínicos fase II en personas mayores de 18 años en la Argentina, Chile, México, Pakistán, ​Rusia​ y Arabia Saudita​ con más de 40 mil personas.

Los resultados del análisis intermedio del ensayo clínico de fase III (que aún no fueron publicados en una revista científica), mostraron que la vacuna tiene una eficacia general del 68,83 % para la prevención de todas las infecciones sintomáticas de COVID-19, 14 días después de la vacunación y 65,28 % 28 días después de su aplicación. Adicionalmente, la vacuna Ad5-nCoV tiene una eficacia del 95,47 % para la prevención de enfermedad grave 14 días después de la vacunación y 90.07 %, 28 días después de su aplicación.

En cuanto a los eventos adversos reportados en los ensayos clínicos hasta ahora fueron en su mayoría leves o moderados. Los más frecuentes fueron: dolor, enrojecimiento, inflamación y prurito en el sitio de aplicación, fiebre, fatiga, dolor de cabeza, náuseas, diarrea, disminución del apetito y mareo, y en menor frecuencia, hipoestesias (disminución de la sensibilidad táctil), problemas gastrointestinales y somnolencia, según la Guía Técnica para la aplicación de la vacuna de CanSino del Ministerio de Salud de México.