Por GK
Mucho se ha especulado y mucha desinformación ha circulado sobre cómo funcionan las vacunas en general y cómo funciona la vacuna contra el covid-19 en particular. Ahora que al menos una de ellas ha entrado en la etapa previa a la aprobación de las autoridades de salud del mundo, esta guía explica su funcionamiento, desmiente las equivocaciones y falsedades sobre ellas, y detalla los tiempos y obstáculos para que lleguen al Ecuador.
Carlos Barba, Susana Roa Chejín, Gabriela Valarezo, Paula de la Cruz y José María León Cabrera · 12 de noviembre del 2020
¿Qué son las vacunas?
Son preparaciones que tienen como objetivo proteger al cuerpo humano contra las enfermedades o reducir su intensidad al estimular la producción de anticuerpos. Además, algunas vacunas también activan las células T, otro elemento del sistema inmunológico que ayuda en la protección contra la enfermedad. Deben hacerlo de tal forma que la respuesta inmunitaria sea suficiente para poder combatir los virus.
¿Cómo funciona la respuesta inmunitaria?
Hay dos tipos: humoral y celular. En cada una intervienen diferentes componentes del sistema inmunológico.
Humoral:
Involucra a los anticuerpos, moléculas que están en la sangre y en las secreciones mucosas producidas por unas células especializadas del sistema inmunitario llamadas linfocitos B.
Los anticuerpos reconocen a los antígenos —todo lo que genere una respuesta inmunitaria—, neutralizan su infecciosidad y los marcan para que sean eliminados.
Celular:
Está a cargo de los linfocitos T. La respuesta celular es la encargada de destruir los antígenos marcados por los anticuerpos y eliminar las células infectadas para descartar los restos de la infección.
Clases de vacunas
Vacunas atenuadas:
Son las que tienen virus o bacterias debilitados o muertos. Le dan al sistema inmunológico una oportunidad de estar en contacto con el patógeno sin que sea capaz de causar una infección porque no es lo suficientemente fuerte.
Era uno de los tipos más usados de vacunas. Sin embargo, en algunos casos causaba la enfermedad —contra la que debía proteger— en las personas que la recibían. Aunque el virus esté debilitado, si el sistema inmunológico también lo está, los síntomas pueden presentarse. En septiembre de 2020, pocos días después del anuncio de la erradicación del polio en África, se detectaron casos de de la enfermedad en al menos tres países —Sudán, Chad y Camerún— causados por una vacuna.
El avance de la tecnología ha permitido que se deje de usar virus debilitados o muertos. Actualmente se utilizan con frecuencia partes del virus para inducir la respuesta inmunitaria.
Vacunas de subunidades:
Tiene pedazos de proteínas del patógeno que le enseñan al sistema inmunológico contra qué tiene que responder. Es una especie de ensayo para que cuando el virus llegue, el sistema pueda responder de manera adecuada.
Ya que utilizan partes específicas, la respuesta inmunitaria es muy fuerte y está dirigida a partes clave del patógeno.
Además, pueden ser utilizadas en personas inmunocomprometidas. En algunos casos es necesario tener vacunas de refuerzo para tener protección continua contra la enfermedad.
Vacunas de ácidos nucleicos:
Pueden ser de ADN, que tiene las instrucciones para cumplir las funciones del organismo, o de ARN, que es el mensajero. No se inyecta la proteína que genera inmunidad, sino el material genético que da las instrucciones sobre cómo fabricarla.
En las de ARN, el material genético va hacia los ribosomas —la parte de la célula que traduce el mensaje— para producir la proteína. Aunque involucra más pasos, cumple el mismo objetivo que las vacunas de subunidades. Una vez terminado su tiempo de vida útil, el material genético inyectado se degrada con la célula.
El ARN de la vacuna se queda fuera del núcleo, no toca el genoma —el conjunto de toda la información genética del organismo— que está dentro de él así que no puede alterarlo. Las vacunas de ADN sí tienen que ir al núcleo para ser transcritas, por eso ya no se utilizan tanto.
Vacunas adenovirales:
Utilizan otros virus, normalmente alguno que no infecte al ser humano como los de chimpancés. Los adenovirus sirven como un medio de transporte para mover las subunidades de proteínas del virus dentro de las células para generar inmunidad.
Etapas para la aprobación de las vacunas
El proceso para que una vacuna llegue al público tiene cuatro etapas: la preclínica, el desarrollo clínico, la revisión y la aprobación de las agencias de control.
Según el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, la de desarrollo clínico tiene tres fases que deben ser cumplidas para avanzar a la siguiente:
De ahí pasan a la revisión y aprobación regulatoria para ser producidas masivamente. El proceso normalmente toma entre 8 y 10 años, pero la gravedad de la pandemia hizo que los procesos se aceleren y el tiempo se recorte al mínimo.
Las vacunas contra el covid-19 que podrían llegar al Ecuador
Otras vacunas
Moderna
Es una vacuna de ARN mensajero. El objetivo es que se produzcan copias de la proteína S del virus para inducir una respuesta inmune adecuada. El sistema inmune aprende sobre la proteína y sabe cómo defenderse en caso de una infección real.
Esta vacuna necesita estar a -20 grados centígrados hasta ser usada, a diferencia de otras vacunas que deben estar a 4 °C. La congelación a esa temperatura debe ser desde que sale de la planta en la que es producida hasta que es administrada, lo que representa un problema en términos logísticos que limita enormemente su distribución porque no es fácil transportarlo a lugares remotos.
El 16 de noviembre de 2020, Moderna anunció que su vacuna tiene un 94,5% de efectividad. Fue la segunda empresa en anunciar los resultados preliminares de la fase 3 del desarrollo clínico de su estudio.
Más de dos meses después, el 25 de enero de 2021, Moderna anunció que su vacuna era efectiva contra las nuevas variantes del SARS-CoV-2 que han surgido en Reino Unido y Sudáfrica. Hizo el anuncio en base a un estudio que utilizó muestras de sangre de 8 personas que ya recibieron la vacuna. Según Moderna, la variante del Reino Unido no tuvo ningún impacto en los niveles de anticuerpos neutralizantes de la vacuna.
Sin embargo, la variante sudafricana sí redujo al menos seis veces los niveles de anticuerpos generados por la inyección. Moderna dijo que, aún así, los anticuerpos generados contra la variante sudafricana están “por encima de los niveles que se espera que sena protectores”. La empresa de biotecnología estadounidense dijo que está desarrollando una nueva vacuna que podría usarse como refuerzo contra la variante sudafricana.
Sputnik V
El 12 de agosto de 2020, Rusia anunció que era el primer país en autorizar una vacuna en contra del covid-19, llamada Sputnik V. El presidente Vladimir Putin dijo que la vacuna pasó todas las verificaciones y que una de sus hijas la recibió, pero inicialmente el apresurado proceso puso en duda su efectividad.
La comunidad científica internacional —incluyendo a la Organización Mundial de la Salud— tenía dudas sobre Sputnik V porque se saltó la fase tres del ensayo clínico, esencial para comprobar la efectividad de cualquier medicina. Además, Rusia fue poco transparente con sus estudios. No se conoció en qué grupo se experimentó, el proceso que se siguió ni los resultados de las pruebas. El acelerado desarrollo tampoco permitió saber cuáles eran sus efectos secundarios.
El 2 de febrero de 2021, casi tres meses después de que fue autorizada, un estudio científico demostró que Sputnik V era efectiva para combatir el virus. Un equipo de científicos publicaron los resultados en la revista médica The Lancet. El análisis encontró que la vacuna era 91,5% efectiva contra los casos sintomáticos de covid-19. Según el estudio, Sputnik V era eficaz en el 100% de los casos graves de la enfermedad. Sin embargo, son resultados preliminares y están haciendo más estudios para confirmar que la eficacia es así de alta. Solo el 0,3% de los participantes en este estudio mostraron efectos adversos graves. Sin embargo, según el documento publicado por los científicos, ninguno de esos efectos estaba relacionado con la vacuna.
¿Cuándo podría llegar la vacuna a Ecuador?
En octubre de 2020, el ministro de Salud ecuatoriano, Juan Carlos Zevallos, anunció un acuerdo para recibir dosis de las potenciales vacunas contra el covid-19. El Ministro confirmó una alianza estratégica por 2 millones de dosis con Pfizer y BioNTech. Ecuador también firmó un contrato de compraventa por más de 5 millones de dosis de la de Astra-Zeneca Oxford y una carta de intención para recibir al menos 2 millones de la COVAXX.
El primer lote de vacunas de Pfizer y BioNtech llegó a Ecuador el 20 de enero de 2021. El cargamento fue de solo 8 mil dosis, que sirvieron para inmunizar a 4 mil personas. Se espera que en el transcurso de febrero lleguen paulatinamente las 78 mil dosis restantes para las 86 mil que conforman el plan piloto. En esta primera etapa del programa, se administraría la vacuna a personal de primera línea, ancianos de centros geriátricos y el personal que los cuida. El presidente Lenín Moreno y el Ministro de Salud, Juan Carlos Zevallos, también se vacunaron.
En la fase 1 se vacunarán, al menos según el plan del Ministerio, más trabajadores de la salud, profesores, policías, militares y bomberos. Además, el personal que trabaja en la recolección de basura y personas vulnerables, como ancianos. En la fase 2 y 3 se vacunarán personas de 18 años en adelante. Estas dependen de las vacunas que lleguen al país.
Problemas logísticos para la distribución de la vacuna
Falta de materiales:
Además de desarrollar una vacuna aprobada y segura, las farmacéuticas deben garantizar la producción y exportación de las dosis necesarias. Sin embargo, no hay materiales suficientes para empacar y exportar las dosis que se necesitarán.
Pascal Soriot, el director general de AstraZeneca, dijo que el principal problema es la escasez de los frascos de vidrio usados para almacenarlas ni los tapones de hule para taparlos. Para solucionar la insuficiencia, Soriot dijo que AstraZeneca está “pensando en poner 5 dosis por frasco o 10 dosis por frasco para que podamos producir más dosis con un número limitado de frascos de vidrio”. La producción de una vacuna contra el covid-19 también deberá contemplar tener la capacidad para resolver los problemas que parecen insignificantes, pero que serán determinantes.
Dosis y distribución:
Algunas de las vacunas necesitarán que se apliquen dos dosis para generar la inmunidad. Es decir, si Ecuador compra 2 vacunas de Astra-Zeneca Oxford, solo podrá administrarse a un millón de personas.
Además, las vacunas deben estar disponibles de forma equitativa a nivel mundial. Si Ecuador compra 50 millones de vacunas, es probable que Perú, Colombia y otros países se queden sin dosis y la pandemia se mantenga a escala global.
Quién podrá recibirla:
No todos la recibirán al mismo tiempo, algunos tendrán que esperar más que otros. La Organización Mundial de la Salud (OMS) tiene una guía para determinar quién debe vacunarse primero. Según la guía, deben ser los trabajadores de primera línea, los médicos, enfermeras y quienes están tratando con enfermos confirmados o en la producción de las vacunas. Otras de las prioridades son ancianos, mujeres embarazadas y grupos poblacionales con mayor riesgo de desarrollar un cuadro severo que requiera de cuidados intensivos.
Las personas que tienen mayor riesgo de enfermarse de gravedad o morir le cuestan más al Estado. La decisión se tomará en función de quiénes podrían tener más problemas, no solo de a quiénes les da más la enfermedad.