Verificador (La República)

A través de un video en Facebook, María José Martínez Albarracín, de la agrupación negacionista de la COVID-19 Médicos por la verdad de España, expone que las vacunas contra el coronavirus contagian, agregando, incluso, que algunas lo hacen más que otras. En esa línea, desliza también que los inmunizados a veces infectan más, que el no vacunado, porque recibieron la inyección.

“Hay una cuestión que no se dice nunca y es que los vacunados contagian (…) Hay unas vacunas que contagian una más que otra (…) los gérmenes que son inoculados por la vacuna también contagian. Realmente el único que no contagia es el sano. Un enfermo no vacunado puede contagiar. Pero un vacunado también puede contagiar y a veces más que un enfermo natural”, asevera.

Sin embargo, lo que afirma Martínez es falso.

La integrante de Médicos por la Verdad de España no especifica a qué tipo de inyección se refiere, pero, actualmente, hay vacunas —aprobadas de uso de emergencia contra la COVID-19— que usan la plataforma ARN mensajero o ARNm (Pfizer-BioNtech, Moderna), el adenovirus o vector viral (Astrazeneca, Gamaleya) y el virus inactivado (Sinopharm, Sinovac).

Las vacunas no contagian el virus de la COVID-19. Tampoco los inmunizados contagian más porque se vacunaron

Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de los Estados Unidos explican que las diferentes vacunas “ayudan a nuestro organismo a desarrollar inmunidad (protección) contra el virus que causa el COVID-19 sin que para ello tengamos que contraer la enfermedad”.

Asegura que las vacunas de ARNm no pueden provocar la enfermedad del coronavirus porque “no contienen el virus vivo” que lo causa. “Estas vacunas enseñan a nuestras células a producir una proteína, o incluso una porción de una proteína, que desencadena una respuesta inmunitaria dentro de nuestro organismo. Esa respuesta inmunitaria, que produce anticuerpos, es la que nos protege de infecciones si el virus real ingresa a nuestros organismos”, indican.

Del mismo modo, los CDC apuntan que las inyecciones de “vectores virales” (como el adenovirus) tampoco generan la COVID-19 “ni ninguna otra infección”. “Los vectores virales no pueden causar una infección por COVID-19 ni por el virus utilizado como vector de la vacuna (…) Las vacunas de vectores virales contienen una versión modificada de otro virus (el vector) para darles instrucciones importantes a nuestras células”, precisan.

Por su parte, en comunicación con Verificador de La República, Erika Castillo, PhD en Ciencias Médicas y fundadora de cienciagenerika, declara: “Las vacunas no te están inyectando virus activo que puedan contagiar, [lo que inyectan] es una parte inocua del virus o es un virus inactivo. [Eso] es lo que hay hasta ahora en las vacunas. Entonces eso simula una infección, pero no es que te están inyectando el virus activo, no te están induciendo una infección real”, puntualiza.

Especifica también que el “virus inactivo” es aquel que “no tiene la capacidad de producir enfermedad y no tiene la capacidad de multiplicarse dentro de nuestro cuerpo de una forma que se convierta en un patógeno”. “Es simplemente un virus entre comillas muerto, incapaz de producir una infección real y lo único que va a hacer es simular que estamos siendo afectados por el virus y hacer que nuestro cuerpo produzca las defensas que necesita”, sostiene.

En ese sentido, según Castillo, no es correcto decir “que una persona vacunada contagiaría más porque la vacuna le ha inoculado el virus que contagia”. “La vacuna no es barrera física. Entonces el virus todavía puede ingresar a nuestro cuerpo, pero no por la vacuna en sí, sino porque como estamos en una pandemia, el virus está circulando entre nosotros con una carga viral alta en el ambiente”, enfatiza. Por ello, indica que tanto la persona vacunada o no reducirá su posibilidad de contagio y de transmitir el virus a otra, si siguen con todas las medidas de protección.

Señala, además, que la probabilidad de que los inmunizados se infecten menos podría deberse a su organismo que ya está preparado para poder vencer el virus con mayor facilidad, por lo que “esa ventana en la que la persona se infecta y se recupera y logra vencer el virus se acorta”. Pero aclara que todavía no hay un estudio que haya probado que los vacunados infectan menos o más por la vacuna.

Artículo en The Conversation. Foto: captura en The Conversation.

Artículo en The Conversation. Foto: captura en The Conversation.

En esa línea, en un artículo del 4 de marzo, publicado en The Conversation, Deborah Fuller, docente de Microbiología de la Universidad de Washington, sostiene que las vacunas en general no previenen completamente las infecciones. “La transmisión se produce cuando suficientes partículas virales de una persona infectada se introducen en el cuerpo de otra persona no infectada. En teoría, cualquier persona infectada podría transmitir el virus. Pero la vacunación reducirá la posibilidad de que esto suceda”, dice.

La especialista apunta que esto mismo podría pasar con las vacunas contra el coronavirus. Para ello cita un estudio previoque aún no ha sido revisado por pares, en el que investigadores israelíes evaluaron a 2.897 inmunizados para hallar signos de infección. “La mayoría no tenía virus detectable, pero las personas que estaban infectadas tenían una cuarta parte de la cantidad de virus en sus cuerpos que las personas no vacunadas a las que se les hizo la prueba en momentos similares después de la infección”, concluye.

Fuller indica que si es menos el virus significa que las posibilidades de propagación se reducen, y si la cantidad es suficientemente baja entonces la “probabilidad de transmitirlo puede llegar a casi cero”. “Sin embargo, los investigadores aún no saben dónde está ese límite para el coronavirus, y, dado que las vacunas no brindan una protección del 100% contra la infección, los expertos recomiendan que las personas continúen usando mascarillas y manteniendo medidas de distanciamiento social incluso después de ser vacunadas”, aclara.

Así también, comenta que la existencia de variantes más infectivas “significa que una persona necesita inhalar menos virus para infectarse”, y que haya variantes más transmisibles quiere decir que “aumentan la cantidad de virus que desprende una persona”. Asimismo, señala que los científicos hallaron al menos una nueva variante que “parece tener más facilidad para evadir el sistema inmune”.

En consecuencia, dice: “Si todo va bien, las vacunas reducirán muy pronto la tasa de enfermedades graves y muerte en todo el mundo. Sin duda, una vacuna que reduzca la gravedad de la enfermedad también, a nivel de población, reducirá la cantidad de virus que se transmite. Pero debido a la aparición de nuevas variantes, las personas vacunadas todavía tienen el potencial de diseminar y transmitir el coronavirus a otras personas, estén vacunadas o no”.

Finalmente, María José Martínez Albarracín, la expositora en el video, ha sido desmentida en distintos medios internacionales por emitir información falsa sobre las vacunas, las pruebas PCR y la COVID-19.

Conclusión

Las vacunas autorizadas de emergencia contra la COVID-19 no transmiten el virus a las personas. Por lo tanto, los vacunados que se contagian no es porque recibieron la inyección sino por otros factores internos o externos. Por ello, calificamos el contenido del video como falso.