Desde hace unos días está circulando en Facebook un video que muestra a la doctora argentina Chinda Brandolino hablando sobre las vacunas que se están desarrollando contra el covid.
En una corta entrevista Brandolina dice que las vacunas que usan ARN mensajero (como la de Pfizer y Moderna) modifican el ADN y esterilizan a los hombres.
El video ha tenido 92 mil vistas y se ha compartido 7.600 veces.
Como 11 usuarios de Facebook calificaron el video como falso, le pasamos el Detector de Mentiras y encontramos que es falso.
Así se ve el video:
La mujer que aparece en la grabación es Chinda Brandolino, una médica argentina famosa por sus posturas provida y quien hace parte del grupo antivacunas conocido como “Médicos por la verdad”.
En el video Brandolino hace referencia a las vacunas y dice:
“No son propiamente vacunas. Son sustancias transgénicas. Todo científico que sabe qué es hacer transgénesis, es decir, modificar el genoma de una célula, sabe que esto no es una vacuna.
Van a utilizar ácido ribonucleico que va a modificar el genoma, los genes de la persona, y manejar su pensamiento, sus sentimientos, su expresión física. La mayoría de los varones que las reciban quedarán estériles”, dice la doctora argentina.
Pero eso es falso.
Las vacunas de ARN mensajero no alteran la funcionalidad de la célula
El ARN mensajero (ARNm) es una molécula muy parecida al ARN y al ADN, que son códigos genéticos que cargan información.
Lo que se está inyectando son las “instrucciones” (ARNm) encapsuladas en “cajitas” o nanoburbujas de grasa que se fusionan con células musculares en nuestro cuerpo, y allí entregan el mensaje.
Una vez adentro, la maquinaria celular usa esta “receta” y fabrica las “proteínas de espiga del coronavirus”, las mismas que utiliza el virus para entrar a las células, como contamos aquí.
La diferencia es que estas piezas no son dañinas pero sí activan el sistema inmune del cuerpo para que se produzcan anticuerpos específicos para estas “proteínas de espiga”.
El ARN mensajero lleva la receta molecular para que las células fabriquen la proteína viral que el sistema inmune pueda reconocer, y así dan “instrucciones” al cuerpo para que el sistema inmunológico enfrente la enfermedad con esa proteína.
Pero eso no implica que la vacuna “modifique” el ADN humano, como dice la doctora Brandolino.
“La modificación genética implicaría la inserción deliberada de ADN ajeno en el núcleo de una célula humana, y las vacunas sencillamente no hacen eso. Las vacunas funcionan entrenando al sistema inmunológico para que reconozca a un patógeno cuando intenta infectar el cuerpo”, dijo a Reuters el profesor visitante del grupo Alianza para la Ciencia de la Universidad de Cornell, Mark Lynas.
Según Lynas, el ADN que se encuentra en las vacunas de ARN mensajero no se integra en el núcleo de la célula del receptor y por eso no hay una modificación genética.
Y las vacunas tampoco esterilizan a los hombres
Al final de la entrevista, la doctora argentina dice que “la mayoría de los varones que las reciban quedarán estériles”. Eso no es cierto.
Como contamos, la mayoría de los mensajes que indican que las vacunas de ARNm hacen referencia al receptor ACE 2.
El receptor ACE 2 o enzima convertidora de angiotensina 2 es una proteína que está en varios tipos de células y tejidos, y no “principalmente en los testículos”. También están en los pulmones, los intestinos, los vasos sanguíneos o el corazón. Así lo han reportado en estudios como este, publicado en La Librería Nacional de Medicina de los Estados Unidos.
El receptor ACE 2 está en la superficie de las células y es al que se une la proteína de espiga del virus para entrar a la célula. Pero no hay que confundir el mecanismo que utiliza el virus para infectarnos con el de la vacuna para llevar un mensaje.
Si bien es cierto que el receptor ACE 2 está presentes en tejidos como los de los testículos, el hecho de que el virus se haya encontrado en el tejido testicular de algunas personas, algo cierto como explicamos en este Detector, no quiere decir ni que el virus esté asociado con daños en espermatozoides ni que la vacuna tendrá un efecto en estas células.
Esto quiere decir que la presencia de la ACE 2 en los testículos no implica que la vacuna vaya atacar a las células sexuales humanas, y además no hay ningún indicio de que eso pueda ocurrir.
De hecho, un artículo de cinco científicos del centro clínico y de investigación Humanitas de Milán (Italia) concluye que se necesitan más estudios para evaluar si el coronavirus “puede hacer daño en la capacidad reproductiva de los hombres”.
En una corroboración de los colegas de AFP Factual, Javier Farina, director del Comité de Infectología Crítica de la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva, y indicó que ninguna de las vacunas está diseñada ni para actuar sobre el receptor ACE 2 ni para actuar sobre las células sexuales masculinas ni femeninas.
“El objetivo de las vacunas es generar anticuerpos frente al covid-19 a partir de un fragmento del virus”, dijo Farina.
Por todo lo anterior, calificamos el video de la doctora China Brandolino como falso.