Se ha viralizado un vídeo compartido con el texto “Desmontando La Plandemia” sobre la COVID-19. Se dice que el vídeo “ofrece datos contundentes para entender cómo ha sido orquestada una de las mayores estafas de todos los tiempos con la única finalidad justificar el vulnerar nuestros derechos y privarnos de lo más preciado que tenemos, la libertad”. Os desmontamos las principales afirmaciones falsas del vídeo, que transmiten un mensaje erróneo sobre la levedad del coronavirus.
El coronavirus mata más que la gripe
El vídeo da cifras sobre muertos de la gripe: 650.000 muertes cada año en todo el mundo, 15.000 muertes en 2018 en España y 6.300 en 2019. “¿Por qué nunca nos han obligado a llevar mascarilla y mantener la distancia social?” se pregunta el vídeo. La respuesta es triple: la COVID-19 tiene más mortalidad y transmisibilidad que la gripe y no tiene tratamiento ni vacuna por el momento.
«COVID-19 causa una enfermedad más grave que la gripe estacional. Mientras que muchas personas en todo el mundo han desarrollado inmunidad a las cepas de la gripe estacional, COVID-19 es un nuevo virus ante el que nadie tiene inmunidad. Eso significa que más personas son susceptibles a la infección, y algunas sufrirán una enfermedad grave», explicó el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS) el 3 de marzo de 2020 Tedros Adhanom Ghebreyesus.
«A nivel mundial, alrededor del 3,4% de los casos reportados de COVID-19 han muerto. En comparación, la gripe estacional generalmente mata a mucho menos del 1% de los infectados«, según el director general de la OMS.
A nivel global, las muertes respiratorias por gripe estacional están estimadas entre 290.000 y 650.000 muertes cada año. En nueve meses, se han reportado 1.234.371 muertes de COVID-19 a 6 de noviembre. Estas dos cifras comparan estimaciones por gripe con sólo muertes confirmadas por COVID-19, por lo que las cifras reales de muertes por coronavirus podrían ser mayores. En España las muertes confirmadas por coronavirus a 5 de noviembre son de 38.486. En cambio, la estimación de muertes por gripe en la temporada 2019-2020 es de 3.900, casi la décima parte.
Si tenemos en cuenta las defunciones en España por todas las causas, vemos un exceso de mortalidad en los meses de marzo a mayo respecto a los años anteriores.
En cuanto a la transmisibilidad, ésta se mide con el llamado número o ritmo básico de reproducción de una infección, que es es el número promedio de casos nuevos que genera un caso a lo largo de un período de tiempo. En epidemiología se denomina R0. Un R0 de 2 implica que cada persona infectada, de media, transmitiría el virus a dos personas y estas dos a cuatro y así sucesivamente.
En el caso del nuevo coronavirus, se cree que el R0 es de entre 2 y 2,5 para el virus del COVID-19, más alto que para la gripe, según la OMS a 17 de marzo. «Sin embargo, las estimaciones tanto para el virus COVID-19 como para el virus de la gripe son muy específicas en cuanto al contexto y al tiempo, lo que hace más difícil las comparaciones directas», advierte la OMS. El R0 aproximado de la gripe estacional y de la pandemia de gripe A en 2009 era de 1,5.
La tercera diferencia entre COVID-19 y la gripe estacional para Adhanom Ghebreyesus es que «tenemos vacunas y terapias para la gripe estacional, pero por el momento no hay ninguna vacuna ni tratamiento específico para COVID-19. Sin embargo, se están realizando ensayos clínicos de tratamientos y se están desarrollando más de 20 vacunas» para el coronavirus.
«Si bien la gama de síntomas de los dos virus es similar, la fracción con enfermedades graves parece ser diferente. Para el COVID-19, los datos hasta la fecha sugieren que el 80% de las infecciones son leves o asintomáticas, el 15% son infecciones graves, que requieren oxígeno y el 5% son infecciones críticas, que requieren ventilación. Estas fracciones de infección grave y crítica serían más altas que las observadas para la infección por gripe», explica la OMS.
«Los que corren mayor riesgo de contraer una infección grave de gripe son los niños, las mujeres embarazadas, los ancianos, las personas con enfermedades crónicas subyacentes y las personas inmunodeprimidas. Para COVID-19, nuestro entendimiento actual es que la edad avanzada y las condiciones subyacentes aumentan el riesgo de infección severa», según la OMS, algo que ya os explicamos.
Las PCR no dan muchos falsos positivos
El vídeo también critica el uso de PCR para detectar la COVID-19. Pero lo que dice, como ya contamos, es que la PCR es específica y no dan muchos falsos positivos.
La realidad es que con las pruebas PCR estaríamos contando menos casos positivos de los que son. El porcentaje de falsos negativos es de entre el 2% y el 37% mientras que los falsos positivos son el 5% o menos, explica Robert H. Shmerling, profesor de la Escuela de Medicina de Harvard. Un estudio estima que los falsos negativos variaban en función del momento en que se hiciera la prueba, disminuyendo el porcentaje según avanzaba la presencia de síntomas, de entre un 100% cuatro días antes de que empezaran los síntomas, a un 20% tres días después del inicio de los síntomas.
José Manuel Bautista, catedrático de Biología Molecular que coordinó el laboratorio de detección COVID-19 de la Universidad Complutense de Madrid, explica que «no es cierto que la PCR que se está utilizando ahora sea inespecífica. Los cebadores para amplificar (sustancias necesarias en la reacción en que se basa las PCR) son específicos para SARS-CoV-2 (el coronavirus que causa la enfermedad) y no para otros virus. Está demostrado en muchas publicaciones. Hay otros PCR generalistas para detectar más coronavirus, pero los que se usan ahora son altamente específicos«.
Bautista afirma que es cierto, como dice Prego, que una PCR positiva no garantiza la viabilidad del virus, pues la «PCR no determina viabilidad ni infectividad del virus, sino presencia de su material genético», pero «eso no quiere decir que sea inespecifica. De hecho es tan específica que detecta cantidades residuales de ARN del virus».
«Cuando haces PCR el problema es tener falsos negativos más que tener falsos positivos. Es más probable tener falsos negativos porque extraer ADN es un poco complicado (extraerlo del paciente, llevarlo al laboratorio, procesarlo) y es posible que el ADN se degrade o algún paso falle y dé negativo porque algo falló antes», explica a Maldita.es Benedetta Bolognesi, del Instituto de Bioingeniería IBEC de Barcelona.
Aunque los falsos positivos existen, como ha ocurrido en Almería, «no es probable tener falsos positivos y tampoco lo es porque detecte otros coronavirus. La PCR es específica. Si hay discrepancia tienes que repetir la prueba», que es precisamente lo que se ha hecho en Almería.
Desde la Organización Mundial de la Salud (OMS) han defendido su uso: «en general, las pruebas basadas en la PCR son mejores para saber si estás infectado o no, y la prueba serológica o el análisis de sangre es mejor para detectar si has estado infectado recientemente o en el pasado. Los gobiernos deben centrarse en las pruebas basadas en la PCR o en cualquier forma de prueba que detecte la infección activa», dijo el 10 de abril Mike Ryan, director ejecutivo del Programa de Emergencias de la OMS.
Primera fecha de publicación: 10/11/2020.